Pocos entrenadores han tenido tanta influencia en la táctica del fútbol como Pep Guardiola en los últimos diez años. No solo revolucionó la forma en que concebimos casi todas las posiciones en el campo, sino que también cambió la forma en que los propios jugadores perciben su rol.
Todas las posiciones han sufrido alguna revolución, pero probablemente la que más ha cambiado es la de lateral.
Históricamente, los laterales jugaban por las bandas, en la banda, y su función era defender y proporcionar desbordes para los centros. Ejemplos clásicos de laterales tradicionales incluyen a Gary Neville, Ashley Cole y Cafú. Solían mantenerse en los márgenes del campo, sin afectar el juego en el centro. Pero las ideas de Guardiola cambiaron todo eso.
Por ejemplo, en las formaciones 4-4-2 o 4-3-3, los laterales tenían una función sencilla: defender a los extremos rivales, perseguir la banda y proporcionar centros. Su función era principalmente defensiva, en cuanto a amplitud y orden.
Tácticamente, no hicieron mucho en el mediocampo. Todo se basó en reaccionar ante el rival y no en contribuir a la progresión del balón ni al control del mediocampo.
Excelentes ejemplos de este tipo de juego son jugadores como Ashley Cole. Era famoso por su velocidad, sus potentes entradas y sus carreras por la banda para apoyar al ataque. No solía desplazarse hacia el interior ni involucrarse en la construcción de juego por el centro. Más bien, jugadores como Cole solían cerrar la banda a los extremos y mantenerse por banda para centrar al área.
Pero luego vino Pep Guardiola y lo puso todo patas arriba.
Guardiola no quería que los laterales se limitaran a centrar y defender. Quería que se adentraran en el centro, pasaran como un mediocampista y ayudaran a su equipo a controlar la posesión. Esto creó un nuevo tipo de lateral: uno que debía ser inteligente, hábil con el balón en los pies y capaz de jugar en espacios reducidos.
El entrenador de Guardiola, Juanma Lillo, dijo una vez: "Desde el portero hasta el delantero, todos tocaban el balón una vez, y luego, al final: gol".
Ese cambio ideológico transformó la forma en que entrenadores y jugadores de todo el mundo entendían el rol. Demostró que los laterales podían hacer más que simplemente avanzar con ímpetu por la línea.
Guardiola introdujo en el Bayern los laterales invertidos. Philipp Lahm y David Alaba fueron ejemplos perfectos de esta nueva estrategia. Guardiola utilizó a Lahm para pasar del lateral derecho al centro del campo durante los partidos en el Bayern de Múnich. Lahm respondió con rapidez y se convirtió en uno de los jugadores clave para controlar el ritmo del partido.
Guardiola dijo una vez: «Es uno de los jugadores más fantásticos que he entrenado en mi vida. Incluso hablando de los jugadores más inteligentes, él es uno de ellos. Puede jugar en diez posiciones sin problemas, porque entiende el juego a la perfección».
Philipp Lahm y David Alaba se retrasarían en la posesión, formando un centro del campo de tres con Xabi Alonso. Este cambio permitió al Bayern controlar el juego y gestionar mejor los contraataques.
Para cuando Guardiola fichó por el Manchester City, contaba con jugadores como Kyle Walker y João Cancelo, perfectos para sus ideas. Cancelo se hizo famoso por su juego de centrocampista. Esto le permitió al City dominar el balón y crear más ocasiones.
Al mismo tiempo, Kyle Walker amplió la banda contraria manteniéndose atrás y ofreciendo mayor protección defensiva. Esto fortaleció la defensa del City, incluso cuando uno de los laterales se desplazaba al centro del campo.
Guardiola también empezó a usar un esquema 3-2-5 para construir el ataque. Esto implicaba tres jugadores que se quedaban atrás, dos centrocampistas que retrocedían para protegerlos (generalmente laterales) y cinco delanteros que avanzaban para crear espacios.
Para 2024, el City se había vuelto cada vez más flexible en su forma de jugar. Walker solía formar parte de una defensa de tres, y el otro lateral, a veces un centrocampista desplegado allí, se desplazaba a posiciones centrales.
Lo que funcionó tan eficientemente en este partido fue que los jugadores no estaban fijos en sus posiciones. Se movían según la ubicación del balón y las necesidades del equipo en ese momento. El objetivo era simple: ocupar espacios, mantener la posesión del balón y encontrar la forma más productiva de avanzar.
Este tipo de juego ha influido en entrenadores de todo el mundo. Desde equipos juveniles hasta equipos de élite, cada vez más equipos intentan copiar esta idea de que los laterales ofrezcan más que simplemente defender o centrar.
Los laterales de Guardiola funcionan porque están bien entrenados y se confía en ellos para tomar decisiones inteligentes. En lugar de replicar movimientos establecidos, saben dónde posicionarse según lo que sucede a su alrededor.
Las ideas clave son:
Los laterales suben al mediocampo cuando tienen el balón, en lugar de quedarse por las bandas. Esto genera:
Solo funciona si los jugadores se sienten seguros con el balón, mantienen la calma bajo presión y saben cuándo intercambiar roles. Es un proceso largo de enseñar, pero al implementarlo, da a los equipos una gran ventaja.
Flexibilidad posicional: El sistema de Guardiola se basa más en principios que en posiciones rígidas. Los laterales están entrenados para:
Cancelo haría lo siguiente:
Cancelo es la personificación de las ideas de Guardiola como lateral. En el campo, en el Manchester City, prefería moverse, conectar con los centrocampistas y convertirse en una amenaza goleadora. En ocasiones, era esencialmente un mediapunta. Su disciplina y serenidad en el juego eran perfectas para este nuevo rol.
Se utiliza principalmente para defensa, pero ocasionalmente se despliega en posiciones híbridas. Walker:
El de Walker fue diferente, pero igualmente importante. Mientras Cancelo avanzaba y recortaba hacia el interior, Caminante Solía quedarse detrás de él y cubrirlo. También podía desplazarse al centro del campo si era necesario, pero su principal función era aportar equilibrio y solidez a la defensa. Su presencia y ritmo lo convertían en una pieza esencial del sistema del City.
De origen centrocampista, Zinchenko Se convirtió en lateral izquierdo invertido. Con el Arsenal de Arteta, mantuvo el mismo rol, replegándose por el centro, pero contando con amplitud cuando era necesario.
Las nociones tácticas de Guardiola no se han quedado en el Manchester City. Las ideas de Paniard influyeron en entrenadores europeos y mundiales. Su uso de laterales invertidos y su versatilidad posicional se han convertido en el modelo del fútbol de posesión moderno.
Mikel Arteta Trabajó directamente con Guardiola como su asistente en el City, y es fácil ver esa influencia en el Arsenal. Utiliza el mismo sistema de construcción 3-2-5, en el que jugadores como Zinchenko se desplazan al centro del campo cuando tienen la posesión, y Ben White se incorpora con frecuencia para generar juego desde el centro del campo. Thomas Partey también ha ocupado otras posiciones para cerrar y dar forma. Arteta enfatiza el dominio del mediocampo, las combinaciones breves e intercambiadas y la construcción cautelosa.
Alonso se ha convertido en uno de los entrenadores jóvenes más prometedores de Europa. Su metodología se basa en laterales audaces con el balón y que se sienten cómodos presionando hacia dentro, como era el caso de Guardiola. Su mediocampo es hiperflexible, con jugadores que cambian constantemente de posición para generar fluidez y espacio. La visión de Alonso sobre el juego posicional no es una copia, sino una gran influencia del modelo de Pep.
Ten Hag también adoptó algo del enfoque de Guardiola. Con el United, ha utilizado a Diogo Dalot y Luke Shaw como laterales invertidos en varios partidos. Esto permitió que el mediocampo se compactara y avanzara más arriba. Su objetivo es controlar las zonas centrales y reducir el caos en las transiciones. Aunque el United no siempre emplea la misma formación que el City, los cambios tácticos de Ten Hag ilustran cómo las ideas de Guardiola se pueden adaptar a diferentes equipos y estilos de juego.
Si eres entrenador o simplemente quieres implementar esta idea en juegos reales, los siguientes consejos pueden ayudarte:
No intentes arreglar todo a la vez. Coloca a un lateral durante la construcción y mantén al otro por banda para equilibrar.
Ejercicios donde los laterales se conectan con los centrocampistas en espacios reducidos. El objetivo es que se sientan cómodos en situaciones difíciles.
Enseña a tus jugadores no solo dónde estar, sino también por qué. Explícales cómo su movimiento abre espacios para los demás y facilita el control del juego.
No todos los laterales encajarán en este sistema de inmediato. Elige jugadores tranquilos con el balón y astutos en su posicionamiento.
Pep Guardiola no solo reinventó la posición de lateral, sino que contribuyó a transformarla. Al exigirles pensar como centrocampistas y jugar como mediapuntas, convirtió una posición servil en una de las más importantes del campo.
Ahora, equipos de todo el mundo siguen su ejemplo. Ya sea en la élite o en las canteras, el lateral contemporáneo es más inteligente, más talentoso y más afinado que nunca.